Creo que un espacio que nos hace sentir bien es aquel que consigue establecer un equilibrio entre la naturaleza y el hombre. El acercamiento entre estos dos brazos es capaz de realizarse a través de la arquitectura.
Para ser más concretos en relación con la naturaleza, creo que el agua es el elemento por excelencia capaz de crear en nosotros sensaciones más dispares. Cuando observamos una lámina de agua inmóvil sentimos una tranquilidad enorme y deseamos introducirnos en ella; cuando oímos caer el agua de una fuente nos sentimos aliviados y relajados por momentos; cuando observamos el agua de un río somos concientes de la fugacidad de las cosas; y cuando observamos un mar bravo que golpea fuertemente sobre las rocas nos sentimos perturbados y asombrados por la fuerza de la naturaleza. Por todo esto creo que el hombre se siente muy vinculado con el agua, y que el acercamiento al agua es en la mayoría de los casos un acercamiento al bienestar.
En relación con el espacio doméstico, el lugar de encuentro entre el hombre y el agua poco a poco va perdiendo importancia. Parece que las viviendas van eliminando piezas en los baños y que éstos pierden interés frente a otros espacios. El baño es un lugar que nos hace desconectar de nuestra cotidianidad y de nuestros problemas por lo que creo que el desarrollar y profundizar en el conocimiento del espacio destinado al baño puede ser un gran acercamiento al bienestar y salubridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario